Se
calcula que son necesarios 6 a 8 años para que se desarrolle un cáncer, de
manera que el cáncer no es un fenómeno instantáneo, sino que es un largo proceso durante el cual una célula
normal se va transformando y convirtiendo en dañina para el órgano en el que
crece y para los órganos que se encuentran a sus alrededores. La célula dañada
aprende a burlar el sistema inmune para que éste no pueda ser capaz de eliminarla, y aprende también a
reproducirse sin ayuda buscando alimento y oxigeno para crecer y desarrollarse.
La
mutación de las células, o paso de “ buenas a malas”, es producida principalmente por:
- Carcinógenos que se encuentran en el
ambiente como humo del tabaco, asbestos
y radiaciones de diferentes tipos.
- Carcinógenos que se
encuentran en la comida como pesticidas,
nitrosaminas y radicales libres.
- Algunos virus y bacterias.
- Estilos de vida impropios
como excesivo consumo de alcohol, drogas, largas jornadas de trabajo,
ausencia de pausas activas en el trabajo, falta de ejercicio
principalmente de actividades cardio y
falta de reparación de sueño por jornadas laborales nocturnas.
- Estados de estrés.
- Alimentación inadecuada,
cargada de alimentos excesivamente ácidos que no proporcionan oxigenación
al organismo.
- Algunas personas nacen
con algunas células que tienen su ADN ya dañado.
Las
personas que nacen con algunas células malignas, si encuentran un ambiente
propicio pueden desarrollar el cáncer, pero si no encuentran un ambiente
favorable, los oncogenes permanecen quietos y no se desarrollan dando lugar al cáncer.
Para
conseguir una verdadera curación del cáncer se pueden combinar tanto la
medicina tradicional, como la misma capacidad de nuestro cuerpo para sanar,
estos dos enfoques no deben perderse de vista y podemos comenzar a revertir el
cáncer.